“La pandemia nos movió tanto el piso que no sabemos cómo quedamos. Lo único que me queda en el debe es no haber aprovechado más y mejor mi tiempo de trabajo y de introspección”, responde Lucho Hoyos a LA GACETA.
El músico vive una dualidad de emociones: por un lado, está tan a full enganchado en el trabajo que se sorprende gratamente y siente deleite por los resultados. Y a la vez reniega de que una pandemia le haya corrido el velo.
Con referentes como Los hermanos Nuñez, Chivo Valladares, Pato Gentilini y Juan Falú, Hoyos inició su carrera artística que lleva más de 35 años entre giras, tocadas, festivales y discos como “Luna Tucumana”, “Bicho de ciudad” y “Yocavil”; su tema “Juntarnos” fue nombrado como Himno del Bicentenario. Y en relación a estos referentes, es muy claro cuando compone el tema “Las pertenencias”, con letra de Pepe Núñez.
Trabaja con distintas formaciones y es intérprete, cantante, guitarrista, compositor y arreglador. Se lo siente contento, conforme, porque además se fue a cuarentenear en Amaicha del Valle, como dice. “Como todo paraíso, me conecta aún más con la música”, asevera. “Cuando la tormenta pase y se amansen los caminos, seremos los sobrevivientes de un naufragio/ sentiremos tanta dicha, le daremos un abrazo al primer desconocido y recordaremos todo aquello que perdimos/ Le pido a Dios que nos devuelva mejores, como nos había soñado”. Así se escucha y se lee en el tema que acaba de componer.
- ¿Estás en producción?
- Estoy escribiendo partituras de canciones y arreglos con un gran placer y un tiempo que descubrí ahora. Y eso era lo que había olvidado, el estar más conectado conmigo mismo. Y como siempre, por suerte, llevo a cabo los proyectos musicales que diseño; no creo haberme olvidado de haber cantado o tocado una canción, si es que tengo que hacer algo parecido a un balance. En el orden de las composiciones estuve trabajando todo el tiempo con enormes y admirados colegas y salieron muy buenas crías. Nos juntamos a trabajar con los poetas Alejandro Carrizo, Néstor Soria, Rubén Cruz, Dardo Solórzano y Candelaria Rojas Paz. Los resultados son disimiles y muy bellos, lo cual representa una inyección de buena adrenalina para seguir. También estoy trabajando con el gran músico de Concepción, Francis Moreno, en la ingeniería de armar canciones para subirlas al espacio virtual Y en el plano autor/compositortrabajo a full.
- ¿Qué elegirías para escuchar en estos momentos?
- Es muy difícil responder esta pregunta. Uno anda la vida impregnado de lo que lo marcó. Pero como siempre estamos dependiendo de nuestro gusto terminaría sugiriendo para el final lo que más disfruto. Y en mi disfrute hay mucho. Autores, compositores, intérpretes. Géneros musicales distintos, porque me gustan el folclore, el rock, el jazz, el tango... Me gusta tanto, que sería injusto con muchos. Pero si me apurás me quedo con la recomendación para colegas y amigos de las obras compositivas de Pepe, de Juan y del Chivo. Porque me marcaron a fuego y porque son de un altísimo nivel. Pero ojo, no un tema, sino la obra, que no es lo mismo.
- ¿Cambiarías algo si tuvieras la oportunidad?
- Para nada. Mi estilo de vida no lo cambio jamás. Es verdad que mi segunda pasión es la ingeniería civil (estudió durante gran tiempo) y ella me lo refresca siempre. Pero no tanto para dejar la música. Fenómenos como éste nos transforman inevitablemente. Ruego que al pasar la tormenta entendamos definitivamente la solidaridad, al otro, la bondad, la comprensión. Nosotros como músicos hacemos casi inevitablemente el desarrollo en estas áreas. Habrá que expandirlo a todos los órdenes. Porque la única solución a nuestros problemas es pugnar por ser mejores, no hay otra salida.
- Esta realidad te influyó...
- Tanto lo hizo que compuse y arreglé muchísimas canciones más. Una de ellas, “Cuando pase la tormenta”, es cabalmente la muestra. Lo que más me dolió del síndrome pandemia es la suspensión de mi celebración mayor, un show con una formación de cuerdas y maderas en la sala más importante de la ciudad (el Mercedes Sosa), para lo cual veníamos trabajando con los músicos apasionadamente; lo intentaremos más adelante. Es una movida grande de cantidad de gente y eso es lo que bajonea. Pero volveremos con más fuerza de esta tormenta. Es más... ya me dan ganas de meter mano al programa porque compuse y arreglé muchas cosas nuevas en este “parate” (que para mí no lo es, en absoluto). Ya veremos. También teníamos programado con Cultura de la Nación hacer en el CCK de Buenos Aires la cantata Tucumán de Juan Falú y Néstor Soria el 8 de julio, en el marco de las celebraciones nacionales de la declaración de la independencia. Y tampoco sé si llegamos con los tiempos pandemiales.